PODIUM o BARRANCO: PEDALEANDO POR AUSTRIA...

Esta semana he estado en un paraíso natural. Hace un mes el Doctore me dijo si quería ir a la presentación de KTM 2014 a Austria y no me lo podía creer. Yo, probador, en Austria. Imposible..

Llegó el día y allí estaba, a las 6 de la mañana en el aeropuerto de Barcelona. Había quedado con Esteve, de la revista Mountainbiker, una enciclopedia de la Bici además de un cachondo de la hostia. Poco después salía nuestro avión hacia Munich, de donde nos recogerían para ir a Weissenbach am attersee, Austria. En el aeropuerto nos encontramos a Luca y Miki, que también iban para Austria. El viaje empezaba muy bien. A la llegada a Munich todo perfecto salvo el idioma. Puntualidad, limpieza, orden, silencio...esas cosas que escasean en Spanien. Recogemos a Emilio de Bike y a Iñaki de MtbPRO y ya estábamos todos. Viaje en minibus de 3 horitas donde no dejamos de cascar ni un solo minuto. Cómo me gustarán tanto las bicis?
A la llegada a destino parecía que había entrado en la contraportada de una revista de MTB. El sitio es idílico. Verde, montañas impresionantes, agua por todas partes, casas con tejados de chocolate y caramelo, vacas pastando...y un impresionante lago que lo domina todo. Al parecer se trata del lago más grande de Austria y no me extraña. Es tan grande que asusta (no a todos...). Rápidamente a la conferencia de prensa y nos presentan todas las novedades. Impresionante. Los jefes de KTM delante nuestro. Corredores oficiales hablando con nosotros. Ingenieros de producto allí, para nosotros, enseñándonos con toda la ilusión lo que había estado creando durante ese año. Después de ver las novedades y de hacer el berenar, a probar las bicis. No faltaba ni un detalle. Nos dieron de todo: ropa, cascos, calcetines, plantillas...todo lo que necesitáramos. Me sentía como un profesional!!!! Lástima que el día no acompañara y estuviera lloviendo a lo bruto, porque sino...pero daba lo mismo. No había recorrido media Europa para quedarme a cubierto mirando como llovía, así que cogí el pepinazo más guapo que había y me fui directo al circuito de pruebas. Aproveché para llevarme al fotógrafo, un perlita que no le gustaba mucho la idea de mojarse, je je je je....No puedo describir esta situación. Un fotógrafo profesional para ti sólo, con la mejor bici, en el mejor entorno y haciéndote fotos para una revista. Se puede pedir algo más? pues si, cambiar de bici a tu antojo y poder charlar directamente con el creador de la bici. Impresionante...
Después del subidón venía la cena. Comida típica, Chardonai de la zona, postres buenísimos...y la compañía de la armada invencible. Emilio, Iñaki, Luca, Miki, Esteve y un servidor. Nos pasamos la cena comiendo y bebiendo como señores, cascando de bicis de manera enfermiza y echando unas risas que fueron en aumento. Curiosamente la cerveza de la zona la sirven en unos vasitos de proporciones pantagruélicas. Creo que algo tubo que ver en los acontecimientos venideros...Poco a poco nos quedamos solos, hasta que al final, ya fuera del salón comedor, sólo quedábamos Luca, Esteve, Thomas (el ingeniero jefe) y yo. Este fue uno de los momentazos de la presentación. Da gusto hablar con gente como Thomas, un tio muy majo que nos dio unas clases majistrales de cómo hacer bicis. Si te gusta la bici no puedes dejar pasar la ocasión de sentarte a hablar con gente como él. Una maravilla. Algo más pasó después pero ya no lo recuerdo...Sólo recuerdo que llovía, un vídeo en el mobil y carcajadas...ni idea.
Al día siguiente más. Desayuno potente y a vestirnos para probar las bicis. Había dejado de llover pero seguía el terreno muy resbaladizo. El circuito de pruebas era bastante cañero. Subidas duras y bajadas rápidas, aderezado con un catalogo de raíces austriacas y piedras bávaras. Daba lo mismo porque con la makinaria que probamos las cosas se hicieron mucho más sencillas. En breve veréis las bicis en MOUNTAINBIKER, pero os aseguro que me dejaron con la boca abierta en más de una ocasión... Después de la sesión de fotos matinal y de pegarnos unos STRAVA's por la zona, a comer. Se acababa el "finde" perfecto de bicis y novedades. Tocaba volver a Munich en el minibus del Snauser. Después de tres horas más cascando como cotorras y de otras tantas en el aeropuerto, llegábamos a Barcelona. Era de noche, estábamos cansados, pero lo que habíamos vivido no se me olvida. Para el recuerdo quedan Snauser, fulcapong, toiletten, lago, herr Pep y otras muchas...

Gracias compañeros y hasta el año que viene!